
- El 80% de la ropa que tengo es de “entrecasa” Es más, me di cuenta que guardaba cantidad de remeras impresentables con el fin de ser usadas algún día “que tenga que pintar”. Para qué tantas! Saquè una bolsa de consorcio de harapos.
- Algunas exclamaciones que hice mientras acomodaba la ropa y me reencontraba con algunas prendas que ya había olvidado:
- “¿En qué momento engordé tanto?!”
- “¿En qué estaba pensando cuando me compré èsto?!!!!”
- “¿Para qué guarda uno zapatos con agujeros que sabe que jamás los va a volver a usar, ni siquiera cuando tenga que pintar?”
- “¿Qué hago con esta bolsa llena de papeles de regalo y moños varios?”
Después de esta actividad que, en lo personal, me resulta bastante traumática, el mayor de los deseos es que perdure la impecabilidad de su estado actual.*
*cosa que dudo