Siempre me ha fascinado el mundo onírico. Recuerdo que a mis 13 años me compré un libro del señor Freud en el que explicaba supuestos significados de algunos sueños. No tengo muy en mente el contenido de ese ensayo, lo cierto es que me lo había comprado por absoluta curiosidad ya que recordaba casi todos los sueños. Muchos de ellos eran recurrentes imágenes de desastres climatológicos. Solía soñar con gigantescas olas que barrían con todo lo que había en las costas. Arrastraban objetos materiales y gente.
Con el tiempo, los contenidos de mis sueños empezaron a estar enteramente ligados a situaciones cotidianas que me provocaban ansiedad o angustia. A pesar de ello, la mayoría eran agradables. Salvo las olas gigantes, claro.
En los últimos años, los he tenido de gran contenido simbólico. También me han ayudado a resolver problemas y a comprender algunas cosas que, estando conciente, se me complicaban un poco. Tuve, también, algunos sueños premonitorios. Aparecían seres especiales dándome advertencias de situaciones que pasarían luego. En otros, era yo la que advertía a personas conocidas. También ayudé a gente y animales que habían sufrido accidentes.
Anoche tuve un sueño que, lejos de ser significativo, es algo (bastante) irrelevante pero que no deja de llamarme la atención. Soñé que tenía una gotera en la cañería de la cocina. Revisaba la canilla de la mesada y, en eso, se desprendía la bacha de acero inoxidable. La masilla que la sujetaba se había desquebrajado y hacía que se cayera la pileta. Yo pensaba: “Carajo, justo ahora que me tengo que mudar!”
Ahora, no sé muy bien a cuento de qué soñé semejante tontera. ¿Será un sueño que me advierta sobre el estado de ciertos artefactos domésticos? ¿O tendrá algún otro significado más elevado que yo no pueda interpretar aún? Agradecería amablemente sus comentarios sugerentes (y sueños recurrentes…)
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