27 de noviembre de 2008

Pelopincho y Cachirula (actualizado)

Hay personas que son bicheras y otras, irresponsablemente bicheras. Es el caso de una vecina de la fábrica donde trabajo. Graciela (así se llama) suele agarrar perros de la calle y, al poco tiempo, los echa a la intemperie porque “le rompieron algo” o cualquier otro motivo igualmente inválido.


Así hizo con estos negritos, madre e hijito, a los que bauticé Pelopincho y Cachirula (personajes de historieta que salían en las revista Anteojito y Billiken). Ellos se quedaron debajo de las plantas de mi vereda así que les doy agua y comida. Algunos vecinos también le dan algo. Todo bien hasta la que perra se puso en celo y la cuadra se pobló de 148.000 perros. Está bien, no eran tantos…

Algunos vecinos me miraban medio mal porque estaban molestos por el alboroto pero tampoco era mi culpa. El martes llevé a Cachirula al veterinario y la castraron. Graciela pareció enternecerse y me vino a buscar con el auto a MAPA. Al llegar con la perra dormida en brazos, Pelopincho la esperaba en la puerta de la fábrica. Creyendo que no la reconocería por el olor a remedio, el perrito la recibió con miles de besos. Ambos se quedaron en la oficina hasta que Cachi se recuperó de la anestesia.


Algunas de las personas que me rodean, no toleran que yo haga cosas desinteresadamente, menos por los animales: “gastás plata por un bicho que ni siquiera es tuyo” comentan. Sin embargo, otros se muestran gratificados. Yo creo que el ejemplo que uno puede dar con una pequeña acción puede ayudar a concientizar a algunas personas sobre la importancia de la esterilización y la tenencia responsable de los animales. Con que uno solo tome conciencia de esto, ya es un logro a pesar de quienes no quieren ver. Graciela, al menos, se empezó a preocupar por ellos y los cuida conmigo.

La del collar rojo y panza rapada es Cachirula y el de corbata blanca es Pelopincho.
Atrás, planta pulpo
ACTUALIZACIÓN 19/03/2009: Me acabo de enterar que los perros no eran de Graciela. al parecer, entendí mal. Dicen que los perros aparecieron un día de tormenta y se quedaron en mi cuadra.

23 de noviembre de 2008

Permuta exitosa

Porque me han hecho sentir mal, logré conseguir un almohadón para Dulcinea...
No le digan más "pobrecita".

19 de noviembre de 2008

Familia de llamas

Pues aquí están: por fin juntos, la familia de llamas de cerámica.

¿Qué mirás?

18 de noviembre de 2008

FELIZ, FELIZ!!


¡Si, si, es mi cumpleaños, señores!
Dulcinea, descorchemos la champaña para nuestros amigos...salú!

14 de noviembre de 2008

Feisbuk: ¿Vos quién eras?

Una amiga mía lo llama “conventillo moderno”. Lo cierto es que, después de haber recibido varias invitaciones, las cuales ignoré una y otra vez, terminé aceptando la de una ex-compañera de la facu que hace poco fue mamá y quería mostrarme las fotos de su niño.

Luego aparecieron otras varias invitaciones de gente que hace mil años que no veo. Algunas compañeras del colegio egresadas ´94, se muestran con aspecto impecable, como si el tiempo les hubiese hecho un favor. Pero eso no es todo: a sus lados, pequeños retoños en edad escolar lucen sus simpáticas sonrisas y monigotean, andan en bici, compiten en kung fu y bailan reggaeton. ¿Cómo es posible? Me sorprendo impactada y, porqué no, algo deprimida. Me pregunto: ¿En qué momento pasó tanto tiempo?

Una típica expresión de quienes te contactan después de 15 años es “¿en qué andás?”, “¿qué es de tu vida?”. Digo yo: ¿qué se supone que una deba contestar en estos casos? ¿Una lista de actividades?, ¿una descripción de la vida amorosa?, ¿cambios de hábitos alimentarios? No lo sé. No contesto nada. O digo “todo bien”, que vendría a significar lo mismo…

Además, salvo algunas excepciones, vivimos todos cerca, nos habremos cruzado más de una vez pero evitamos el contacto visual. ¿Acaso el cibernético es mejor? Lo dudo muchísimo. En este tiempo valoro más otro tipo de contactos: una mirada, una sonrisa, un mate, un abrazo, un beso y una flor. Hasta un llamado telefónico, ¡mirá lo que te digo!

De todas maneras, tendrá su lado positivo. No sé qué opinará Dulcinea… ¿y vos?

11 de noviembre de 2008

PERMUTO canastito por almohadón

Perdón, Dulcinea. No sabía que ibas a ser tan larga...

5 de noviembre de 2008

Día de retratos

Hoy llevé la cámara al trabajo y retraté algunas curiosidades.

Recuerdan a planta pulpo, mutilada hace unos meses. ¡Pues aquí está! Bellísima y fuerte, como se lo había anunciado.

Dos de mis mascotas fabriles: Mimi y Laszlo.


Estos son Pelopincho y Cachirula, dos negritos que la gente del barrio alimenta. Jamás se despegan. Bueno sería que consigan hogar.


Esta perrita es de un local de cosas usadas. Hace un par de semanas la vi toda sarnosa y descuidada porque el local casi ni abre. Hablé con los vecinos hasta ubicar a l dueño, con quien tuve una charla y parece haber tomado conciencia del cuidado de sus animalitos. Ya le han suministrado gratuitamente los remedios para la sarna, gracias al programa de la radio local “El club de las mascotas”. En estos días, se está notando una mejoría.


Por último, dibujos hechos en la vereda por el pequeño Julián, de solo 4 años., vecinito de la fábrica. Hermosos, no?