Cumpleaños modernos

Si hay algo insufrible, como ya lo cité en un post anterior, es ir a un cumpleaños de niños en un pelotero…CUANDO NO TENÉS NIÑOS!
Esa fue mi salida de sábado, por si creen que soy re jodona. Allí me encontré con ese submundo fantástico, empezando por el momento en que una chica con jeans ajustados y buzo azul me abre la puerta y me da la bienvenida mientras le avisa a la anfitriona que “llegó una mamá”. (Habrá pensado que me olvidé al pibe) Sentí algo raro que no sabría cómo clasificarlo. Todavía no me doy cuenta si es bueno o malo.

El lugar era bonito: castillo inflable, pelotero, mesas didácticas, un metegol, un par de video juegos de los años ´80, una piñata con forma de tren, globos, hamacas voladoras (era como una silla de red con un arnés colgada de un riel en la que sentaban a las criaturas y las hacía volar por el salón, buenísimo!), una torta hermosa con conejitos y zanahorias.
De fondo, (bah, no tan de fondo) música: Patito feo, Xuxa, más Patito feo, más Xuxa…
Advertencia: los temas de Xuxa son peligrosamente pegadizos. Todavía tengo en mi mente una canción hipnótica que repite una y otra vez:

“Cabeza, hombro, pierna y pie,
Pierna y pie.
Cabeza, hombro, pierna y pie.
Pierna y pie”

Tres momentos a destacar:

1. Búsqueda del tesoro: una nena se metió en un área restringida del salón y encontró el cofre antes de tiempo. La animadora se lo manoteó desesperada para que el juego continuara con normalidad. Al final, sólo tenía caramelos, me cacho.

2. En el momento de la torta, otra nena, angurrienta ella, se manducó una mini zanahoria de pastillaje en un momento de distracción de los adultos. Para los que no lo saben, el pastillaje no es comestible y es durísimo! Pero bueh, esperemos que la chiquilla esté bien.

3. Después de armar un partido de metegol con cinco nenes de tres y cuatro años a los que, por supuesto, les gané (me siento re maaal), uno de ellos me pide que lo ayude a ponerse las zapatillitas…CHAN! Señores: nunca creí que era tan difícil, por Dios. Me transpiré todo.

El resto de mis amigas solteras y sin hijos no pudo ir pero la verdad es que me divertí bastante más de lo que creía.

Aún así, espero haberme ganado un lugar en el cielo.