Vocación

Mientras leía uno de los libros de Tom Peters para el examen de Dirección General me causó gracia un comentario que hacía referencia a las vocaciones. El autor recordaba a alguien que dijo que los adultos suelen preguntar a los niños sobre qué quieren ser cuando sean grandes, como una encuesta de mercado para buscar alternativas a sus propias vidas.

Muchas veces la profesión u oficio que uno elige no necesariamente tiene relación con la vocación que se siente. Otras tantas, uno ni siquiera identifica cuál es su verdadera vocación. Leí por ahí que debe ser una actividad en la que nos sintamos en armonía con el universo. Sin embargo creo que uno debe encargarse de encontrar la relación que existe entre ambos conceptos. No siempre es tan evidente. A veces el vínculo es muy sutil.

Las carreras de ciencias económicas que hice en estos años, si bien no he obtenido grandes deleites, me han permitido conocer valiosísimas herramientas para poder ser aplicadas en proyectos que sí me gustan y que están más en línea con la vocación de uno. Porque las carreras son solo eso: una estructura que brinda una formación básica especializada en alguna disciplina, a la que luego uno debe saber enfocar en función a sus valores e intereses.

Lo mejor, en todos los casos, es hacer aquellas cosas que a uno le gusten, le apasionen, le den placer, aunque signifique sacrificios pero que siempre darán un balance positivo.

Y vos: ¿Qué querés ser cuando seas grande?